domingo, 2 de noviembre de 2025

En compañía de lobos



Una grillada mayúscula de una película que está considerada como un clásico ochentero.

Como su título muy bien indica, esto va de lobos pero, cosa curiosa (y gran acierto) es que se nos cuentan historias cortitas con hombres y mujeres lobo como protagonistas, donde el aspecto licántropo está relacionado con la maldad tanto de hombres como de mujeres con muy mala baba lobuna. La cuestión es que dichas historias parecen independientes unas de otras y dan el aspecto de no saber muy bien hacia dónde va la trama. Eso hace que tengas una extraña sensación de «descolgado» mientras ves la peli que no parece remediarse conforme pasan los minutos.

Los efectos son muy artesanales pero efectivos al cien por cien, siendo una gozada recordar que hubo un tiempo en el que no existía el CGI. Ciertas transformaciones son muy buenas y el maquillaje cumple muy bien su papel.

¿Y el final? Pues tan raro como la película por sí sola que, quizás, te deje con una sensación de «¿pero qué he visto?» que reina a lo largo de toda la cinta y que no deja de ser una reinterpretación de Caperucita muy bestial y oscura.


miércoles, 22 de octubre de 2025

El conde Drácula



Dice Jesús Franco en el prólogo de la película que, en esta ocasión, se va a contar la historia del famoso conde de la manera más fiel. Y es justo ese el gran aliciente de la película... En parte.

La cinta, quede esto claro, no tiene nada que ver con las producciones de la Hammer. De hecho, Lee ya había sido un buen montón de veces el conde. ¿Por qué quiso empezar de cero aquí? Porque le atrajo la idea de reflejar la historia de manera fiel a la obra.

Dicho esto, tengo que admitir que tiene unos cuantos puntos a favor muy potentes. Lo primero, como ya he dicho, la fidelidad. El famoso conde ya se habia adaptado al cine en muchas ocasiones (Lugosi, Lee, Schreck... Incluso, a su modo, Carradine. Eso, por nombrar unos cuantos) pero, y esto es importante, las historias nunca arrancaban del original literario, si no de adaptaciones al teatro (véase la de Bela Lugosi) o alteraban lo que les daba la real gana (como la de Terence Fisher) Pues bien, aquí podemos ver detalles del libro nunca antes visto. Por ejemplo, el conde luce bigote y le vemos rejuvenecer conforme avanza la historia. También es Jonathan Harker (y no Rendfield) el que viaja a ver al Drácula. Además, se incluye una escena muy potente para la época, como es el niño que el conde regala a sus novias en plan aperitivo para que se lo coman. A todo esto, hay que añadir la inclusión de Quincey Morris, un personaje que suele ser olvidado y que se recuperó en la cinta de Coppola. Esto es curioso porque en las anteriores adaptaciones todo se reducía a Mina, Lucy, Johantan y Van Helsing, sin contar al conde, claro.

La película tiene un ritmo más o menos pasable y, la verdad, se centra en los principales aspectos de la obra para que todo transcurra de manera directa y que el espectador esté entretenido. De vez en cuando tiene algún momento potente, como cuando las novias se despiertan por primera vez (un recurso que hoy puede quedar viejo pero es efectivo) o el momento en el que Drácula se refiere a los hijos de la noche deja entrever colmillos y su rostro y expersión queda muy lejos del principesco y refinado conde de siempre.

¿Más cosas a favor? Buena ambientación, ya que los interiores de la mansión o el castillo son tales y buen vestuario. Quede esto claro: la película está considerada como de bajo presupuesto y, la verdad, se nota pero, aún así, se defiende bien.

Pero, si bien hasta más o menos la mitad la promesa de Franco se mantiene, lo cierto es que, desde que muere Lucy, la cosa se despendola y se acelera en partes iguales. Así, saltamos de una escena a otra sin ton ni son, el ataque que sufre Van Helsing viene de golpe y los personajes se mueven de una escena a otra como porque sí. Por ejemplo, Van Helsing determina que a la niña muerta se la merendó Lucy así, porque el amigo es muy listo y algo tenía que decir.

Y es por esta rapidez que se nota la gran carencia de la peli: el terror. Aquí, salvo las escenas que he dicho antes (y solo crean curiosidad) la falta de terror es considerable. Se echa en falta alguna escena truculenta, más sangre o que el conde se luzca más. El recurso de los animales disecados queda mal, cutre y forzado.

¿Y los actores? Pues acartonados. Les falta vida, expresión y sentimiento. Herbert Holm (Van Helsing), Fred Williams (Harker) y Pal Muller (Seward) tienen cara de póker toda la peli. Incluso Klaus Kinski, que solo berrea de fondo, parece que está más preocupado porque el pelo se le pone en la cara y le molesta. ¿Y Lee? Cumple sin más.

En definitiva, un producto de serie B que hay que ver. Sobre todo si te gusta la filmografía del conde y puedes compararlo con otras adaptaciones. Creo que la intención fue buena pero el desarrollo y dirección se quedaron a medio camino. Creo que la película se ha quedado como elemento curioso a la vez que divertido. Eso sí, olvídate de sentir una pizca de miedo.



sábado, 4 de octubre de 2025

Hombre lobo



Esta es la típica película de hoy día que, basándose en algo muy famoso, trata de dar una nueva vuelta de tuerca al mito, en este caso, el del hombre lobo.

La cinta es de lo más simple y lineal y parece que esa fue la intención desde el principio, desde que asistimos a la escena de un padre imbécil que no tiene otra cosa que hacer que llevar a su hijo pequeño a cazar algo que, como poco, parece raro, una especie de criatura que, según parece, es conocida por todos pero vista por muy pocos.

Después de ese inicio tan directo, sabemos que el niño ha crecido, tiene su familia y, debido a la muerte del padre, debe volver al bosque. Ahí las cosas se complican y la familia feliz es acosada por una criatura que, cosa curiosa, transmite su mal al prota.

Y esta es una de las cosas buenas de la peli.  En lugar de caer en el topicazo del tipo que se llena de pelo aúlla a la luna, lo que tenemos hasta el conflicto final es el proceso de transformación en lobo, lento, detallado y muy bien maquillado, del protagonista. A eso hay que añadirle el efecto agobiante que da al conjunto el hecho de que todo sucede de noche (y de paso los efectos especiales se notan menos) y, además, dentro de una cabaña. 

Y lo de bien maquillado no es un modo de hablar. El maquillaje de Christopher Abbot es digno de tener en cuenta y evita la típica situación de la transformación puntual. Desde que al amigo se le empiezan a caer las muelas sabes que vamos a asistir a un proceso de mutación lento y bien mostrado. Esto, que está muy bien, también puede hacer que quieras que el tipo se transforme de una vez y comience a devorar gente pero, amigo, aquí las cosas van lentas y más vale que lo aceptes.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que desde el principio se baraja la posibilidad de que, más que una maldición (la constante universal del hombre lobo) esto es una enfermedad, un virus que afecta a todo aquel que es arañado o mordido. Esto le da un toque original bastante bueno.

Los actores quedan bien. Como ya dije, Christopher Abbot aguanta maquillaje y primeros planos. Julia Garner se pasa con cara de amargada diarreica toda la peli y ese peinado que a mí me resulta antiguo y no lo mueve ni un hombre lobo le queda raro, pero es una apreciación que ni pincha ni corta en la valoración de la película.

¿Peros?

Yo he echado en falta apreciar más cosas. Por ejemplo, cuando el protagonista trata de lamerse (por llamarlo de algún modo la herida del brazo) me ha faltado ver algo más. Esa manía de mostrar todo de noche por el tema de gastar menos en efectos especiales ha restado mucho realismo a este tipo de producciones. Me viene a la memoria la espectacular transformación de Un hombre lobo americano en Londres. Y es de 1981...

Pero, como ya dije al principio, la cinta es brutalmente lineal y, desde el comienzo de la misma, desde la primera escena, sabes lo que va a pasar y cuál va a ser el giro del final (este lo ves venir sin problema) que se supone es la sorpresa de la peli. Hubiera estado mejor que se hubieran currado un poquito más guión, complicar un poco la trama pero, lo digo de nuevo, creo que la intención ha sido esta desde el principio: crear una peliculita simple, sin demasiadas sorpresas y que asegure un rato más o menos entretenido.

¿Lo consigue? Sí. Sin más.



sábado, 20 de septiembre de 2025

Nosferatu (2024)



La verdad, no tenía mucha fe en este proyecto porque soy total fan de la versión muda (y me gusta, con ciertas reservas, la de Klaus Kinski) y creo, a los clásicos, hay que dejarles en paz justo porque lo son.

Bien, pues ya la he visto y esto puedo decir.

La película, claro, es un remake de la versión de 1922 y, si bien ve ciertas cositas de la película de Coppola, va a tener como base principal la cinta con Max Schreck a la cabeza.

Lo primero que destaca es la ambientación tan bien conseguida que se respira a lo largo de todo el metraje. Ropas, decorados, lugares... todo resulta de matrícula, lo que da una sensación de realidad más que considerable. 

La cinta arranca rápido y, desde que oímos el nombre de Orlok y que Hutter tiene que hacer su viaje, está claro que la fidelidad para con la película muda es más que evidente. No hay más que ver que el vestuario de Hutter es clavado al de 1922.

Otro de los aspectos a tener muy en cuenta, y que está muy bien llevado, es el hecho de que, desde los minutos iniciales, se nos va introduciendo en ese mundo mágico, irreal y siniestro que va descubriendo Hutter conforme avanza en su viaje y que culmina cuando se abren las puertas del castillo y vemos la figura de Orlok. Es a partir de este momento cuando el guión y la dirección se empeñan en mostrar una especie de terror directo, crudo y desagradable que va a imperar a lo largo de la cinta. Como prueba, todo el primer encuentro que sucede entre Hutter y el conde.

Y es esta una de las constantes de la película. Su terror está basado en aspectos fugaces que hacen que el espectador afine todos los sentidos para poder disfrutarlos. Por ejemplo, el rostro del conde no se desvela hasta bien entrada la película, quedando en la sombra, a lo lejos o parcialmente desenfocado. Lo mismo ocurre cuando el vampiro se lleva por delante a las niñas: está en la sombra, todo es rápido y los efectos de sonido ayudan bastante. No es un terror para morirse del miedo ni saltar en el sofá pero el impacto es algo que cumple muy bien.

Los actores cumplen bastante pero hay que ser sinceros: Lily-Rose Melody Depp se lleva todas las miradas, más que nada porque se pasa la peli con cara de diarrea descomunal y por los gestos y expresiones que pone durante las posesiones y que tantos memes ha generado. Y sí, porque esa frente tan enorme y despejada y las cejas más pobladas que las de Max Schreck hacen que no la pierdas de vista. Nicholas Hoult está muy correcto como Hutter. Lo mismo que  Willem Dafoe como doctor, aunque su interpretación y papel están más que basados en lo que hizo Anthony Hopkins en Drácula, de Bram Stoker. ¿Y Bill Skarsgård como Orlok? Muy bien.

¿Cosas mejorables?

La primera y más importante: el aspecto de Orlok. Se habló mucho del tema antes de darse a conocer y las expectativas eran enormes. Incluso se hicieron versiones de cómo podría quedar el actor.  Pues bien, a mí no me ha gustado. Vale, conservan algo de esa nariz afilada pero el tupé me parece ridículo y el bigote aún más. Sí, el Drácula literario llevaba mostacho y esto es un homenaje pero el resultado me ha dejado frío. Max Schreck sigue siendo insuperable con ese maquillaje y no entiendo que la peli haya sido tan fiel pero, justo en eso, no.

Más. Una pena desaprovechar ciertos momentos del metraje de 1922 que aquí se saltan y no sé por qué. Por ejemplo, los momentos en el barco. ¿Cómo no han añadido el despertar del conde levantándose de su ataúd? ¿Por qué se saltaron el momentazo de Orlok esperando en el pasillo frente a la habitación de Hutter? Como digo, bastante decepcionante en ese aspecto.

Y otra más: la historia de los amigos de Hutter encarnado por Aaron Taylor-Johnson y Emma Corrin. Ni pincha ni pone, ni corta, ni nada. Y la escena de Harding en el mausoleo con el cuerpo de su mujer sí, muy cruda, muy directa, muy de mal rollo, pero es un pegote puesto ahí que no aporta nada.

¿Veredicto? Una buena película muy bien llevada que destila cada dólar que han invertido en ella, que entretiene y resulta muy efectiva en ciertos momentos y que deja con sabor a más en otros Pero que quede claro: ni supera ni iguala a la versión de Murnau.

Dos cositas de última hora:

Una: el que los vampiros no muerdan en el cuello pero sí en el corazón es, como poco, raro.

Dos: si bien el doblaje es muy bueno (a Ellen, al principio, no se le entiende muy bien porque habla entre sollozos y susurros... aunque toda la peli habla entres sollozos y susurros) el conde Orlok gana muchísimo en versión original. Siempre pensé que, de tener sonido en la versión muda, el vampiro hubiera tenido una voz así, profunda, distorsionada, terrorífica. Nunca me gustó la vocecita que le puso Kinski al personaje.

Disfrutad.




viernes, 5 de septiembre de 2025

La prueba del terror




Vamos allá con una película rara. Y digo esto por lo estrambótica que parece en muchos aspectos; tantos que llega a rozar un poco lo surrealista pero, cosa muy curiosa, te engancha de manera bastante inexplicable. Eso sí, en la introducción dice que es todo un clásico y, lo digo desde ya, no tengo duda de ello.

La película tiene la virtud de presentar personajes y trama desde el principio. Así, sabemos que Víctor, que está como un cencerro, hace esculturas de mujeres rociándolas con acero fundido. Y esto es la primera escena. Claro, si empieza así, te preguntas: ¿ya sabemos quién es el asesino? Pues ahí está la cosa y es que, cuando John quiere pedir a Víctor cuadros para su galería, comienza el festín de cosas raras. Esa es, quizás, la mayor gracia de la peli: te desconcierta de manera más que considerable y hace que sigas viéndola.

Y es que, por un lado, se nos muestra muy bien y de manera más o menos pausada la casa de locos donde están los personajes. Víctor no se corta en tirar los tejos a las jóvenes que le gustan y tiene cara de estár más salido que un ejército de lanzas. Cosa rara, a las chicas no es que les agrade pero da a entender que les mola el ligoteo descarado. Por otro, la madre de Michael, hijo de Víctor, es una trastornada brutal vestida de niña mientras que Michael se pasa borracho casi toda la peli. Y, esto es interesante, hay muertes. Cuchilladas, pedradas... Vamos, que va bien surtida la cosa.

Pero, claro, si ya sabemos que Víctor es asesino, la cosa no tiene gracia, ¿no? Pues es justo por eso que la película tiene una resolución, como poco, curiosa. O, al menos, no esperaba que saliesen por esos derroteros que, además, me parecen un pelín cogidos por los pelos pero ahí queda.

Tengo que destacar, a parte de la trama curiosa, el trabajo de los actores, que quedan muy bien. Sobre todo, dos: Mike Raven como Víctor (psicópata, chulo, egocéntrico, salido, raro, acosador) y Ronald Lacey haciendo de Michael que, como dije, está borracho casi todo el metraje. ¿Te suena? Búscale en En busca del Arca perdida como Arnold Toht. 

Pero na peli así tiene que tener cosas... raras. Por ejemplo, el momento en el que el mecenas de John quiere comprar la estatua de la chica muerta es raro, lo mismo que su muerte. La escena de las pedradas a Michael así, porque sí, es más raro aún. Y, sobre todo, el guión parece tan centrado en mostrar las grilladas que ocurren en la casa que parece evitar la pregunta evidente: ¿por qué se quedan allí?

Con todo, la película, por rara, entretiene y, a su modo, engancha solo por saber cómo va a acabar. Lo repito: el final, como poco, es curioso y, a su modo, precipitado pero el conjunto te capta la tención y, desde luego, asegura un rato entretenido. 

¿Os animais?