domingo, 10 de noviembre de 2024

La marca del hombre lobo



La película con la que empezó la leyenda del licántropo patrio Jacinto Molina, léase Paul Naschy.

Vaya esto por delante: la cinta no tiene desperdicio y es una especie de mezcla de momentos curiosos, con otros bastante potables y alguno que otro bizarro y surrealista que, en conjunto, dan como producto algo cuanto menos llamativo.

La historia es muy sencilla: un antiguo hombre lobo es despertado y, cuando se pone a hacer de las suyas, Waldemar Daninsky es mordido y, por tanto, ahora le toca a él estar maldito. A todo esto hay que añadir otras historias de fondo como el amor de Daninsky con Janice, la amistad con el antiguo prometido de esta, Rudolph, y cómo, entre todos tratan de buscar una solución al problema.

La película tiene varios puntos a favor. Así, la ambientación está muy lograda, con esos caserones antiguos y llenos de telarañas y esqueletos que le dan ese toque de fantaterror del que toda la proyección hace gala. El color es muy llamativo, combinando algunos brillantes y otros oscuros de manera muy efectiva, recordando bastante a las películas de la Hammer.

Claro está, aquí hablamos de hombres lobo y eso debe notarse. La transformación, a falta de ordenador, me parece bien llevada, rodeada de brumas y sombras. Y el maquillaje en sí es muy acertado, bebiendo de anteriores incursiones como El hombre lobo de Lon Chaney Jr. o La maldición del hombre lobo con Oliver Reed.

Lo que pasa con esta peli es que lo mismo que tiene cosas destacables, también las tiene muy cantosas. Por ejemplo, hay saltos en el montaje muy evidentes, como cuando Waldemar pasa de tontear con Janice a ser su amor porque sí. Daninsky habla del Tíbet y un hombre lobo como si lo hiciera del tiempo. Hay escenas muy largas, como la de los gitanos al comienzo y el momento de la gitana gritando a la pantalla toda teatral. 

¿Y las interpretaciones? Naschy tiene momentos acartonados y parece más preocupado de poner mandíbula cuadrada y pose de culturista que otra cosa. Por no hablar de Manuel Manzaneque, alias Rudolph, que, cuando besa a la vampiro, parece que ella pasa de él sin dudarlo. Y mirad cómo dispara Dyanik Zurakowska, Janice, al final: coge la pistola como si fuera un clínex lleno de mocos.

Pero si hay algo que vas a recordar es la última media hora, con la aparición de los vampiros, que es surrealista, absurda y flipante. Y aquí hay que detenerse en Julián Ugarte y su interpretación del vampiro. Las caras que pone y los movimientos que se supone son sibilinos y elegantes quedan ridículos y forzados. Pero, si todo esto no fuese suficiente, atentos a la escena surrealista y alucinógena, rozando el final, en la que digamos que hipnotiza a Janice y los dos se meten una carrera psicodélica porque sí. El susodicho vampiro se dedica a hacer con la capa unos movimientos tan estúpidos y horteras que dan ganas de meterle una estaca afilada en la boca. Y, atentos, hay momentos en los que, como Janice está atontada, la llama con la capa como si fuese un toro.

En resumen, la peli es una especie de fósil cutre, pecando de inocentona en muchos momentos pero la verdad es que entretiene y, aunque sea como curiosidad, hay que verla. Y, ojo, que tuvo muchas secuelas.



domingo, 27 de octubre de 2024

El morador de las tinieblas



Cellar Dweller (1988) - Filmaffinity


Que los ochenta fueron especiales en muchos sentidos no hay quien lo dude. Que el cine fantástico fue uno de ellos, es algo tan evidente que hasta sobra decirlo. 

Argumentos delirantes, puestas en escena alucinantes, finales de traca... Todo con un buen estandarte por delante: el de la diversión pura y dura.

Y esto es precisamente lo que nos trae este morador de las tinieblas, una película ochentera al cien por cien que cumple con todos los cánones del cine fantástico de la época.


El Abismo Del Cine: El morador de las tinieblas (1988)


Crítica- El morador de las tinieblas (1988) - La Mansión del Terror

Para empezar, destaco la trama. Hubo un tiempo en el que las tramas de las pelis de terror y fantasía eran una especie de embudo donde todo valía y, encima, hacían que el personal estuviera entretenido sin problemas. Y, en este sentido, la cosa cumple con creces. Imaginad: un dibujante de cómics de terror tiene un libro de conjuros a su lado, que nadie sabe de dónde ha salido o por qué lio tiene ahí y, sin querer, convoca al monstruo que ha dibujado y este se carga a todo lo que puede. En la época actual esto es impensable pero en los ochenta todo valía. Y, como uno puede suponer, el lío que tenemos por delante es lo que se espera: el monstruo vuelve y masacra sin contemplaciones.


Crítica- El morador de las tinieblas (1988) - La Mansión del Terror

Por eso, a pesar de su corta duración, la peli parece que vuela. Sabes de sobra lo que va a pasar con las muertes y quiénes van a caer pero, ¿a quién le importa eso? Una peli con semejante título y trama está hecha para divertir y, al menos conmigo, lo ha conseguido. Seamos sinceros, no te pones esta película pensando que vas a ver un drama shakespiriano en toda regla. La cuestión aquí es pasarlo bien y listos. Y se consigue.

El guión es una gruillada mayúscula pero tiene puntitos que me han gustado mucho. Como dibujante de cómics frustrado, me encantan los momentos en los que se ve una mano dibujar. Sí, amigos, aquí los cómics los dibujan como churros, a toda velocidad, con tramas mecánicas incluidas, y lo hacen con un rotulador Edding 400 directamente; sin lápices ni nada. ¿Y qué? Lo que quieres es que salga el monstruo y se meriende a alguien. Y eso es lo que hace.

El monstruo en sí no puede ser más ochentero pero sabes que ahí abajo hay una persona y, en ocasiones, se trata de un muñeco, claro. Pero tiene ese encanto de saber que lo que ves es real y no un gráfico por ordenador, una gracia que hoy ya se ha perdido. Genial cuando se come brazos y ojos y hay jirones de carne.


FangoFan: El Morador de las Tinieblas (Cellar Dweller) [1988] de John Carl  Buechler

It Came From the '80s] Camp Horror and a Comic Book Monster in 'Cellar  Dweller' - Bloody Disgusting


Por supuesto, si has vivido los ochenta, sabes que los finales eran una especie de traca. Esta cinta no es una excepción y me parece muy curioso como, después de haber casi terminado bien, la cosa se retuerce, se da la vuelta y acaba a lo bestia. Con todo, no deja de sorprender.

Los actores cumplen porque, en una peli de este tipo no se puede esperar otra cosa. Debra Farentino está adorable como Whitney. Brian Robbins  me resulta más simple haciendo de Phillip porque parece que está puesto ahí y nada más. Pamela Bellwood haciendo de Amanda se luce poquito pero ahí queda. Y, claro, hay que destacar toda una leyenda entre tanto pardillo, nada menos que Yvonne De Carlo. Qué hace una estrella así en una cinta como esta es un misterio pero siempre aporta mucho. Y, sí, el dibujante del principio es Jeffrey Combs, alias el chiflado de la peli de Re-animator.


Cellar Dweller (1987)

Cellar Dweller (1988) Movie Review – Horror And Sons

Cellar Dweller (1987)

¿Cosas que cantan mucho en una peli cantosa de por sí? Bueno, para empezar, al principio hay un incendio que lo destroza todo pero, treinta años después, aún están la mesa, cuadros y armarios originales. Segunda cosa, si todos saben que en ese sótano pasó algo, ¿por qué levantan esa colonia de artistas en ese sitio tan tétrico? Es todo tan ochentero que resulta encantador.

Es todo. Esta película está para pasar el rato, divertirte con mientras la ves con un café en la mano y, de paso, arrancarte una son risa nostálgica si viviste aquellos maravillosos años. Y lo consigue.




lunes, 14 de octubre de 2024

El misterio de Salem's Lot (2024)



Por regla tengo la costumbre de hablar en este blog solo de pelis que me gustan, pero hoy voy a hacer una excepción. ¿Por qué? Porque quiero dejar constancia de la monstruosidad que ha supuesto para mí esta película, por llamarla de algún modo.

Conste que Stephen King no me gusta. Le veo un tío pesado, monótono, aburrido y arrogante pero El misterio de Salem's Lot es la única novela que tolero, quizás, arropada por la excelente miniserie de 1979 con David Soul a la cabeza.

Pues bien, la versión que han hecho, y de la que tanto se ha hablado por el tema de las expectativas, ha supuesto una profunda decepción por la enorme falta de respeto al material original. Por eso y por lo mala que es en todos los sentidos. 

Lo único que se respeta aquí es la idea del vampiro que va a un pueblo. El resto se lo pasa por el forro sin entender muy bien por qué. Todo el misterio, el terror, las situaciones de los personajes, que tan bien reflejó la versión antigua, desaparecen sin motivo alguno simplemente por el hecho de cambiar, solo por el nefasto hecho de hacerlo. Ben, el prota, aquí es un mierdecilla que no hace nada ni opina nada. Susan, simplemente, es idiota y la escena de salida mental y sexual de la biblioteca rezuma subnormalidad. Marlow aparece desde el principio, agotando la posibilidad de sorpresa y terror y su súbdito Straker es ridículo.

Además, se aprecia en todo el metraje una especie de prisa absurda, saltando de una cosa a otra sin ton ni son. Lo del novio de Susan, el tema de Burke, la fama de la casa, el tema de la tienda de antigüedades... Todo rápido. Es más, los cortes resultan tan precipitados que quedan fatal.

Y si han cambiado casi todo, para qué hablar de los personajes. Lo primero, vamos a poner actores negros que sean fuertes, que así mola más. Mark, prota absoluto de la idea original, aquí es el niño negro que se enfrenta valiente a abusones y vampiros. La doctora Cody, más de lo mismo e invención tonta que no viene a cuento, solo por poner un personaje inteligente de raza negra. Ben, que es escritor, no escribe nada y se pasa la peli con cara de tener diarrea física y mental. Susan, como dije antes, parece retrasada y no aporta nada. El cura para qué hablar. Y así todos.

Pero lo más lamentable, si cabe, es cómo se pasan por ahí los momentos culminantes, esos que todos los que han leído el libro o visto la versión del 79 conocen. La escena de la ventana, esa que todo el mundo espera, pasa sin más ni más. La búsqueda de Barlow es estúpida, lo mismo que el tema del autocine. La de la señora Glick al resucitar está desaprovechada al máximo. Y, para más desastre, añaden lo que les da la gana: Ben bendice el agua y, lo más imbécil de todo: LA CURA PARA LAS MORDEDURAS DE VAMPIRO ES PONERSE LA ANTIRRÁBICA. 

¿En serio? 

¿Quién puede haber tenido semejante idea tan absurda? Es más, si esa es la cura, ¿por qué no la aplicas, alma de cántaro? ¿Y que hacen los vampiritos subidos en los tejados? ¡Si parecen adornos de Halloween!

Una pena desaprovechar una ocasión así. La versión de Tobe Hopper era respetuosa con el material y eso se puede ver en la pantalla. Esto que por desgracia he visto es un subproducto más de la línea que se sigue hoy: hacer remakes (esto no puede llamarse adaptación) solo por el hecho de hacerlos creyendo que poner un título clásico o famoso es garantía de éxito. Además, el propio King aparece como productor; será que ha vuelto a las adicciones porque no puede ser que haya dado el visto bueno a este esperpento de buena gana. O eso o el cheque ha sido alto, porque no me lo explico. 

Menos mal que nos queda la versión de 79. Después de este bodrio, su estatus se va a elevar más aún. Y bien que lo merece.

Seguid haciendo basura. Me parece estupendo. Pero usad vuestros propios desperdicios y no insultéis a la audiencia. 


domingo, 22 de septiembre de 2024

El ejército de los muertos



Snyder puede gustarte o no pero hay que admitir una cosa: hace lo que le da la gana y se recrea en ello. Según parece, al tipo le encantan dos cosas: las pelis de atracos y de zombis. Y justo eso tenemos aquí.

La premisa no puede ser más interesante y directa: Las Vegas es una ciudad repleta de zombis desde que un secreto militar se descontroló. Un magnate chino contrata a un grupo de lo más peculiar para rescatar de un edificio quinientos millones de dólares.

Con una trama tan alucinante, Snyder se mueve como pez en el agua y, durante las dos horas de peli que tenemos por delante, se va a recrear en todo lo que puede e, incluso, en más. La cinta no pierde el tiempo y no tarda en arrancar. Después de unos títulos de crédito tremendos marca de la casa, lo que tenemos por delante es una cinta de acción (que no de terror) en el más puro sentido del término. Aquí vamos sobrados de tiros, explosiones, heridas, sangre salpicando y cuerpos podridos saltando por los aires. Todo ello, con el sello indiscutible del director que se asegura de que, en cada secuencia, recuerdes con quién estás tratando. Por eso, el ambiente sucio que predomina en todos los escenarios, metralletas o vestuario está asegurado y, por favor, aquí hay tanta cámara lenta que podrían contar sin problema las balas que salen de las armas o las salpicaduras de sangre. ¿Molesta? A mí, desde luego, no. Es más,  me gusta y me divierte.

Pero, al margen del argumento y personajes (la idea del grupo que tiene que enfrentarse a algo peligroso ya lo vimos en las dos entregas de Rebel Moon), la cinta cuenta con un gran acierto desde mi punto de vista y que creo, casi sin duda, que va a ser lo que te impacte: los zombis. Veamos.

Aquí hay de dos tipos: el zombi típico, es decir, la masa de carne descompuesta llena de colgajos que caminan a trompicones, babean líquido asqueroso y gimen. Perfectos. Y, luego, están los que denominan Alfas y que son una evolución del zombi anterior, una especie de zombi 2.0. Y es que los Alfas gruñen, están podridos y su aspecto es repugnante pero... son endiabladamente rápidos, comprenden y sienten, hasta tal punto que, incluso entre ellos, son capaces de establecer relaciones sentimentales y hasta de tener un hijo (sí, la sola idea de imaginar dos seres podridos teniendo sexo es alucinante) Esto me parece un acierto brutal por parte del director porque, partiendo de una idea que todos conocemos va más allá y, encima, lo hace muy bien. Atentos a esa escena en la que descubrimos que, además, son capaces de estar en hibernación, dando lugar a una de las mejores escenas de la cinta. Y, por supuesto, el tema del maquillaje, lo mismo que todos los efectos restantes, son de matrícula de honor.

¿Algo mejorable? Lo único que puedo decir es que, con respecto al prota, Dave bautista, tiene un arco bastante predecible.

Por lo demás, una peli muy potente mezcla de acción, aventuras y terror que, al menos para mí, viene a demostrar que los productos de simple y mero entretenimiento son posibles y que, además, Snyder es muy bueno en lo suyo.

Ah, y que quede claro: si hay alguien que sea un maestro en unos títulos de crédito iniciales, acompañados de una banda sonora brutal, ese es Snyder. Lo hizo en Watchmen, en Batman contra Superman y lo repite aquí. Jamás pensé en Elvis a ritmo zombi.



domingo, 1 de septiembre de 2024

En el corazón de la Tierra


En el corazón dela Tierra.

At the Earth's core.

1976

Director: Kevin Connor.

Guión: Milton Subotsky.


Doug McClure.

Peter Cushing.

Caroline Munro.

Cy Grant.

Sean Lynch.


Unos científicos inventan un aparato capaz de perforar montañas y, por accidente, acaban descubriendo una civilización prehistórica en el interior de la Tierra...


Esta es una adaptación de la novel a de Edgar Rice Burroughs, el mismo tipo que se sacó a tarzán de la pluma. Si has leído el libro, sabrás que aquí lo que reina es la aventura pura y dura con mucho toque prehistórico y un sentimiento más que evidente de entretener al lector.

La verdad, fueron valientes por liarse el manto a la cabeza y enfrentar una adaptación de una obra así. Con todo, esto es lo que os puedo decir.




Con respecto a la historia, la verdad, respeta muchas cosas, en cuanto a premisa y alguna que otra situación. Desde el primer minuto de metraje se va a dejar claro al espectador que aquí, de lo que se trata, es de pasar un rato divertido, olvidarte de los problemas y punto. por eso, a lo largo de todo el guión lo que va a suceder es que se van a encadenar una serie de aventuras con otras de forma que en pantalla siempre está pasando algo que, se supone, debe resultar espectacular. Ojo, que estamos en 1976 y eso se nota. Por eso, hay cierta sensación de que todas las cosas suceden muy deprisa y no se para hasta llegar al final.

Una de las cosas que más llama la atención de la cinta es la ambientación. Pellucidar, en el libro, es un mundo prehistórico lleno de paisajes impresionantes. Aquí lo han traducido como una especie de selva (en su mayoría) espectacular y esto queda muy bien en pantalla. Árboles, lianas, cuevas y demás parafernalia, están muy bien mostradas y tiene, además, ese toque material del que hoy carecen las producciones de este tipo porque todo queda saturado por el toque del CGI.

La violencia, que es una constante en las novelas de Burroughs, aquí también se muestra a través de monstruos que se comen al personal o peleas variadas. Eso hace que el tono de película de aventuras se marque con un poquito de más intensidad si comparamos la cinta con otras de su género.

Los actores ahí quedan. Peter Cushing aporta nombre y caché y debo admitir que, quizás, su personaje de sabio un poco esperpéntico patina un poco por exagerado (en el libro, desde luego, no es así) Doug McClure, desde luego, no me pega nada en el papel principal de aventurero. En el libro es una especie de Flash Gordon  pero aquí no da esa imagen. Croline Munro como Dia aporta ojazos, cuerpazo, belleza y poco más porque su papel queda bastante reducido. El resto, bueno, ahí queda. 







¿Y qué pasa con los efectos? La verdad, cantosos y han envejecido realmente mal. Se nota a la legua que los monstruos son personas disfrazadas. Los sagoth, que en el libro son gorilas de tamaño considerable que se mueven por ramas y suelo, aquí son una mezcla extraña de simios, cerdos y jabalíes, con la cabeza de cono y un grave problema de calvicie. En cuanto a los mahars más d elo mismo: tipos disfrazados que a penas se mueven. Claro, uno puede pensar, y con toda la razón, que esto es producto de la época pero curioso, un año después de estrenó La guerra de las galaxias. Con eso digo todo.





Por otro lado, el guión tiene algunos detallitos cuanto menos cuestionables. Por ejemplo, siendo tan bestias los sagoths, ¿por qué tienen una biblioteca donde ponen a trabajar a Perry? Y, ¿cómo es que este aprende el idioma de los monstruos con esa facilidad? Y, además ¿cómo es que descubre así, por casualidad, el secreto de lso Mahars? Y, sí, se respeta lo que lo que se dice en el libro: en Pellucidar es siempre de día pero, ¿y esas escenas anocheciendo? 

Me da la impresión, con este tipo de cosas, es que una lectura que tira hacia el público adulto (las escenas de violencia, mutilación y sacrificios en el libro son más que considerables) lo tiñen de tonterías para darle un toque más para todos los públicos. Una pena.

En resumidas cuentas, una peliculita que se ve sin problmas, pasas un rato divertido y ya. Tiene el inconveniente de haber envejecido muy mal y el hecho de chirriar en determinados aspectos de manera muy evidente.

Y ahora, momento de reflexión. y es que me parece muy curioso cómo, mientras Verne tiene un montón de adaptaciones al cine de sus obras, con lo pesado y pedante que es en muchas ocasiones, no ocurre lo mismo con Burroughs (al margen, claro, de Tarzán) El mundo de Pellucidar es un campo de cultivo para adaptaciones en la gran pantalla considerable. Por desgracia, como ocurrió con el caso de John Carter, ese afán por llegar a todos los públicos es lo que fastidia el conjunto. Quizás en un futuro las cosas cambien.


Vigilad el cielo.