sábado, 19 de septiembre de 2015

La casa de las sombras del pasado


La  casa de las sombras del pasado (House of the long shadows)
(1983)

Director: Peter Walker.
Guión   : Michael Armstrong.

Vincent Price.
Christopher Lee.
Peter Cushing.
John Carradine.
Desi Arnaz Jr.
Julie Peasgood.
Sheila Keith.








Un escritor apuesta con su agente que puede escribir una novela en 24 horas. Para ello, se va a una casa solitaria…

Vamos allá con una película de sugerente título que, si bien puede parecer de terror, puede englobarse más en el género de misterio que en el de los sustos propiamente dicho.

Dos son las cosas por las que destaca esta cinta. En primer lugar, si habéis leído el elenco de protagonistas un poquito más arriba lo comprenderéis. Todos ellos viejas glorias del cine de terror de los cincuenta y sesenta, motivo más que suficiente para darle un pase y gozar con la presencia de todos esos actores irrepetibles. Por otro, la trama que, aun repitiendo que no tiene por qué incluirse dentro del género de terror, no deja de ser de lo más sugestiva. Y es que esta cinta no es sino otro ejemplo del tan manoseado caso de la casa antigua, misteriosa y, en este caso, a oscuras, en la que un personaje entra (aquí para escribir) y empieza a encontrarse con cosas raras, todo ello rodeado por una serie de personajes que resultan aún más tétricos y misteriosos y cuya historia acaba por afianzarse con todo el protagonismo de la trama.

Todo comienza cuando el escritor, Kenneth Magee (Desi Arnaz Jr) hace una apuesta con su agente. Resulta que el amigo dice que puede escribir una novela en una sola noche (valiente, el muchacho, es) y, para ello, se va al caserón más siniestro (y, repito, oscuro) que, de seguro, le inspirará. A partir de aquí comenzamos a conocer a un personal no menos siniestro que comienza a desfilar por entre las salas y sombras de la casa en cuestión.



Después de explorar la casa y ver que algunas escenas están tan en penumbra que el espectador no ve nada (hay demasiadas escenas así pero, con semejante título y premisa uno no puede esperar otra cosa), asistimos al primer susto: la aparición en las sombras de los guardeses y primera estrella al canto: John Carradine. Él y su compañera, Sheila Keith, dejan bien claro que las casa y las dichosas sombras no son lo único lúgubre en ese lugar. Y ya, desde este momento, podemos ver que algo misteriosos rodea a  los recién llegados…


Pero no todo pueden ser sombras. Por suerte para el amigo Arnaz, una rubia se cruza en su camino y acaba en la casa con él: Julie Peasgood en el papel de Mary Norton y turista accidental que acaba en la mansión. Y, ya que tienes casa enorme (aunque oscura) para ti) y rubia guapita al lado, bien te puedes dedicar unos instantes al ligoteo de turno. Total, si vas a escribir una novela en una noche no pasa nada si pierdes unos minutos.

Por suerte, el tonteo ligón acaba pronto cuando otro monstruo del cine de terror hace su aparición: nada menos que el gran Peter Cushing como Sebastian. Y su frase no puede ser más misteriosa: “He regresado” Ahí, como tiene que ser.

Y aquí comienza otra trama que parece inmersa en la anterior. Vemos que los siniestros personajes parecen tener algún tipo de relación oscura. El crescendo de aumenta cuando hace su aparición otro de los grandes, nada menos que Christopher Lee. Este vigilante del cielo se emociona por verle a él y a Cushing de nuevo compartiendo plano y secuencia. El personaje de Lee (Corrigan) resulta algo antipático y desagradable, dejando muy claras las intenciones: quiere comprar la casa y luego hacer con ella lo que le dé la gana. Y eso, como puede verse, no gusta a los otros para nada.

Y ya, cuando vemos que la trama se pone cada vez más oscura y misteriosa (la muerte de Victoria es prueba de ello) y somos testigos de que, en realidad, la historia del escritor todo terreno ya se ha quedado como algo completamente secundario y que la de los otros personajes cautiva toda nuestra atención, aparece la guinda del pastel: Vincent Price (Grisbane). Y aquí ya sí que boto en el sofá. Sí, ya sabía quiénes eran los integrantes del reparto pero verlos desfilar de uno en uno a modo de “aparición estelar” no deja de emocionarme.


La trama sigue y descubrimos el horrible secreto que esconden los personajes (que no voy a contar, por aquello de haceros ver la peli) y la sorpresa que esconde UNO de ellos. Y, claro, no se puede hablar de una película repleta de estrellas de terror con casa tétrica incluida y un pasado macabro sin que haya sangre. ¿Se hace de rogar? Sí, un poco, pero esta es una cinta de misterio, no de casquería. Por eso, hasta el final, no acudimos al meollo asesino de la cuestión. Ah y, si de sorpresas se trata, la mejor queda para el metraje final… ante los sorprendidos ojos del escritor que, por cierto, entre unas y otras, el pobre hombre ve perder su apuesta. Eah, eso por listo y por bocazas.


La película, como puede verse, me ha gustado. No es el colmo de la maestría del cine de terror, claro, pero ahí queda. Algunos, incluso, hablan refiriéndose a ella como un producto de serie B, uno de tantos que albergaba antiguas estrellas del género de terror en decadencia. Bueno, puede ser. Sería absurdo por mi parte basar todo los méritos en el elenco de los protagonistas pero es obvio que ellos son el reclamo para verla. La presencia de Cushing, Lee, Price y Carradine eclipsan sin duda a “los más jóvenes”, como Arnaz (ochentero total y algo inexpresivo por cierto) o Peasgood (que cumple en su justa medida en un papel que no da para mucho más), cuyos papeles acaban por parecer incluso secundarios.

¿Es todo? No. Tengo que admitir que la primera parte, cuando Arnaz llega a la casa y se pone a inspeccionarla en sus intentos por escribir un par de líneas se me ha hecho algo lenta porque uno empieza a desear que pasen cosas. Además, como ya dije antes, demasiadas escenas a oscuras en las que no se ve nada. Menos mal que, desde la aparición de Carradine, les da por usar velas. Y, por cierto, la inclusión del matrimonio joven a mitad de la cinta, con malos tratos de por medio puede influir al final, sí, pero siempre me ha sobrado un poquito. Con la trama de los demás personajes creo que hubiese valido pero…

En fin, amigos. Una película más de misterio por encima de todo. Sustos hay pocos pero se ve con agrado y mantiene el interés. No pasará a la historia como una obra clásica dentro del género pero sí por juntar en una misma cinta a tanta estrella del “antiguo” cine de terror. Ver en una misma película a los actores que dieron (entre otros) vida a Drácula, al asesino responsable de los crímenes del museo de cera o al doctor Van Helsing es, como poco, un lujo. ¿Os imagináis juntar estrellas de este calibre hoy día? Sólo el sueldo de cada uno lo haría imposible…


Pues, hala, apagad las luces y entrad en esta casa de sombras alargadas y pasad un buen rato.



Vigilad el cielo

sábado, 5 de septiembre de 2015

Ouija



Ouija (Ouija)
(2014)

Director:  Stiles White.
Guión   : Juliet SnowdenStiles White.
Olivia Cooke.
Ana Coto.
Sierra Heuermann.
Lin Shaye.
Daren Kagasoff.
Bianca A. Santos.
Douglas Smith.
Shelley Hennig.




Una chica, no conforme con la aparente muerte de su amiga, decide contactar con ella...


¡Hola a todos!

Atención, pregunta: ¿hasta qué punto puedes echar de menos a un amigo que ha muerto? ¿Hasta ser capaz de, Ouija en mano, tratar de comunicarte con él? 

Pues esa es la premisa que nos va a plantear esta peliculita que, según parece, ha pasado con más pena que gloria por las pantallas del cine. Lo admito: en su momento, la dejé pasar porque no me atraía mucho y la metí en el saco de "las veré un día" Bien, pues ese día ha llegado y esto es lo que os puedo decir.





La trama de la peli es muy sencilla y simple y ya, solo con leer el
título, sabes de qué va a ir la cosa: alguien tontea con una ouija y los espíritus comienzan a cabrearse. No busques más que no hay más que encontrar. Lo que tenemos por delante es la historia de unos jovencitos que usan el juguetito para averiguar la razón por la que una chica murió en circunstancias extrañas y, para ello, tratan de preguntarle a ella personalmente, por aquello de ir directos al grano. Que la chica esté muerta no parece razón suficiente para olvidar el tema, claro. Lo malo, por supuesto, es que contactan con alguien con el que no tenían que contactar y un montón de cosas, todas ellas malas, comienzan a suceder. Como ves, el guión es muy sencillo y se va a caracterizar porque, durante horita y media, se va a centrar en las andanzas de los amigos y sus escarceos con el otro mundo. Por eso, la peli no pierde tiempo y va a lo que va, es decir, a tratar de mantener el interés y dar al espectador algún que otro susto. En mi opinión, lo primero lo consigue pero lo segundo ya es otra cosa. 

La cinta tiene un par de momentos, para mí, destacables y que quedan muy bien. Por ejemplo, la escena en la que todos se ponen con la ouija y descubren que hablan con quien no deben está logrado, lo mismo que la escena en la que una de las chicas mira a través de la lupa y ve lo que ve. La cosa es predecible y sabes que no va a ser nada bueno pero el efecto se consigue. Otro de los detalles a favor que me gustaría destacar es que, a pesar de lo lineal que resulta (pero que mucho) el guión se las apaña para dar una sorpresita final que se centra en el espíritu culpable de todo. Te lo podría decir, claro, pero dejo que lo averigües tú. Este giro en la trama me parece correcto y, al menos, un poquito original en una trama que no lo es mucho. Por lo demás, la película cumple ofreciendo un desenlace más o menos movidito en el que los espíritus de turno van a hacer las gracias a las que nos tienen acostumbrados: salir de las sombras que uno no espera, gritos guturales, gente muy fea...

Paso a los efectos. Poquitos pero, para este servidor vuestro, pasables. El ordenador se nota pero es cierto que el tema del maquillaje está conseguido en lo referido a la niña que tiene la boca cosida (...) o en los momentos finales en los que esta se luce bastante. Con todo, me da que la peli no gozó de un presupuesto desorbitado y que tampoco es que tuvieran mucho que gastarse en este campo. Aún así, repito, el conjunto queda, digámoslo así, decente.

Los personajes no pueden ser más arquetípicos y, también, planos. Son los típicos jovencitos guapísimos, delgadísmos y buenos ejemplos de lo que es ir a un gimnasio a tonificarse. Poco puedo decir de ellos salvo que los tópicos: prota valiente y secundarios que la refuerzan y que, en realidad, son tan poco importantes que pueden sacrificarse sin ningún problema. Sí destaco el de Paulina Zander que, aunque sale poco, es la que da el gran giro a la trama y la que, hace que suba el interés. El resto, como ya he dicho, cumplen lo justito.




Los actores hacen lo que pueden. Debo admitir que, salvo a Olivia Cooke, que es una de las protas de Bates Motel y Lin Shaye, por lo poco que sale en Insidious, no conozco al resto y me da que esto reafirma lo que he dicho antes con respecto al presupuesto. Por eso, creo que cumplen y poco más.




¿Aspectos mejorables? En mi opinión varios, así que aquí van unos cuantos.

Para empezar, la trama. Predecible, típica y rutinaria como ella sola. Desde la primera escena sabes lo que va a ocurrir y fijo que no te equivocas. Quitando el giro argumental que se produce al final (que, lo digo de nuevo, no voy a decir) la peli se ajusta al arquetipo de las pelis de jóvenes metidos en líos sobrenaturales: alguien descubre algo y los demás mueren. No menos pero, desde luego, no más. Para mí podrían haber cuidado un poquito más la historia y haberse esmerado más en complicarla. Esto, desde luego, no deja de ser mi humilde opinión. 

Sigo, que hay más. Una de las cosas que más he echado en falta es
algo que puede sonar a cachondeo pero que es así: sustos. Decir esto puede sonar idiota pero es la verdad. Hombre, haberlos los hay, pero pocos. Soy de los que piensan que hacer una peli de terror es difícil pero lo de los sustos es algo que debería ser obligado, ¿no? Y mira que recursos hay: ruidos, sombras, gente rara que aparece de la nada... Pues no, amigos; aquí todo es muy regularcito en este sentido y se extraña cierta mala leche. Y, para terminar, algo que ya he dicho un poco más arriba: los personajes son planos cual cartulina del cole. No se nos dicen hobbies, debilidades, qué hacen, qué piensan, con quién viven, si sufren extreñimiento... Eso sí, todos muy guapos y muy guapas. Repito: mi opinión.

Esto ha sido todo, al menos, por mi parte. Para mí el género de terror está en crisis y, desde luego, no pasa por un buen momento. Quizás sea que ya todo está dicho. Puede que antes, y yo pienso así, se hacían pelis muchísimo mejores en este género. Y con diferencia, además. Vale que no tenían tantos medios pero, también, se curraban otras cosas como, por ejemplo, una buena historia y una mala baba considerables, que ejemplos hay a patadas. Para mí, esta Ouija es una peli de los ochenta pero rodada en los dos mil. Eso sí, una de los cochenta pero muy regularcita. ¿Recomiendo verla? Bueno, para pasar un ratito, vale. Eso sí, no esperes mucho, que, desde luego, no vas a encontrar demasiado.

¿Vendrán buenos títulos en el género? ¿Nos dará alguien un buen susto y una buena sorpresa? Ojalá pero, desde luego, el personal debe currarse mucho más el tema. Imaginación, señores, imaginación.

Un último apunte que, navegando por la red, acabo de descubrir: en un primero momento, el presupuesto de la peli era de cien millones de dólares, hecho que podría haber modificado el resultado final. Por cuestiones variadas, se redujo a... cinco millones. Como es obvio, eso se nota en el producto final. Cosas del cine...





Vigilad el cielo.