sábado, 11 de octubre de 2014

Trece fantasmas


Trece fantasmas (Thirteen ghosts)
(2001)
Director: Steve Beck
Guión    : Robb White, Benjamin Carr, Richard D’Ovidio
Tony Shalhoub.
Matthew Lillard.
Embeth Davidtz.
Shannon Elizabeth.
Alec Roberts.
Rah Digga.
F. Murray Abraham


Una familia hereda la misteriosa mansión de un familiar. Lo que no saben es que, en los sótanos, se oculta la maldad…

Vamos allá con otra peliculita de terror  de comienzos de la nueva década. Por aquel entonces, el género estaba en alza debido a bombazos como, por ejemplo, el sexto sentido, una película que trajo de nuevo la moda de los fantasmas al cine mezclados, de paso, con muchas situaciones tensas. Pues bien, en esta película nos vamos a dar un buen atracón de fantasmas y las situaciones peliagudas se van a dar a lo largo de todo el metraje para que el personal se arrugue a base de bien en la butaca.

Antes de nada, es necesario hacer una salvedad: aunque pille a más de uno por sorpresa, la peli no es original, sino que es un remake de 1960. Como es obvio, si bien la premisa de la que parten es más o menso la misma, la diferencia entre una y otra está clara: allí donde en la versión antigua los fantasmas se insinuaban más o menos, en esta que nos ocupa hoy se explayan en toda su gloria y esplendor, mostrándolos sin cortarse un pelo.

La película no se anda con chiquitas y nos mete en faena desde la primera escena. En esta, de manera muy acertada, no sólo se nos va a presentar la premisa de la peli sino que, también, vamos a asistir a la primera oleada de personajes protagonistas. Por ello, de manera bastante eficaz, sabemos que hay un misterioso personaje, Cyrus, que no tiene otro hobby que el de coleccionar fantasmas. Pare ello, tiene la ayuda de un vidente, Dennis. Y, ya puestos, asistimos a la cacería de un fantasma fiero, descomunal y asesino como él solo. De este modo, la peli nos mete en la acción de golpe, a base de sangre y muertes variadas y, de paso, nos deja claro uno de los platos fuertes de la misma: coleccionar trece fantasmas. ¿Para qué? Tranqui; solo los primeros minutos. Tienes toda la peli por delante para saberlo. Ahora es cuestión de que te repantingues en tu butaca o sofá y te dejes llevar. Con todo, buen punto a favor de la inmediatez de la peli.

La velocidad sigue y nos presentan al resto del elenco, es decir, a la familia Kriticos, donde todo parece idílico con mami, papi, y los niños… hasta que una desgracia en forma de incendio ocurre y mami se va al cielo. Esto lo vemos en una secuencia de títulos de crédito muy eficaz donde, mientras la cámara se mueve por la casa oímos gritos de felicidad para ser sustituidos por otros de terror. Y, sí, has leído bien: aún estamos en los títulos de crédito.

A partir de aquí, la peli no da tregua y comienza la trama que es el eje de todo el metraje y  que estamos hartos de ver de muy diversas formas en muy distintas historias, es decir, esa que cuenta que una familia hereda una casa llena de lujos que esconde un tétrico secreto. Lo malo es que la palabra tétrico puede que se quede corta en este caso. A ver, si la casa que heredas está apartada, vale. ¿Que no tiene paredes pero sí cristaleras plagadas de escritos raros? Ok. Lo malo de todo es que esos escritos son hechizos de contención en latín. Y, ¿qué contienen? Fantasmas. Porque el sótano está repleto de ellos. Doce en total, algo así como el Zodíaco Negro. Ah, y si cada habitación tiene unas gafas muy chulas, no son de adorno; es que, con ellas, ves el mundo sobrenatural. Ahí queda eso…

Como uno puede suponer, con esta premisa tan interesante y atractiva (amén de divertida, al menos, para este que escribe) lo que tenemos por delante no creo que coja por sorpresa a nadie: un buen montón de sustos variados y alguna que otra muerte (pocas, no os creáis) de la mano de los amiguitos fantasmas. Porque, si eres fantasma y de los buenos, tipo Ghost, vaya y pase. Pero, no. Los que hay aquí tienen todos una mala baba considerable. Más que nada porque a las pobres almas en pena (término más que apropiado) las han encerrado y no las dejan descansar en paz. Será por eso que tienen ese instinto asesino. Hay para de todo y para todos los gustos: el obeso que no termina de reventar; su puñetera madre que no para de cebarle; un tipo cuajado de clavos armado con un mazo; una chica en pelotas surcadita de cuchilladas que, para saciarse, tiene un cuchillo descomunal en la mano, un jovencito con un bate, un niño que se creyó Caballo Loco y tiene una flecha en la frente; un torso que se pasea sin piernas ni cabeza… hay más, claro pero mi favorito es uno al que llaman El Chacal que, de manera muy acertada en la peli, definen como “el Charles Manson de los fantasmas” Es ideal: creo que viste una camisa de fuerza hecha jirones, tiene la cabeza en una jaula, el pelo enmarañado y la cara recuerda a la niña de El exorcista en sus mejores momentos. Ah, y corre que las pela y se carga al personal a arañazos porque sus uñas son descomunales. Hay más, pero la memoria me falla. Hacemos una cosa: ve al peli y me dices cuál es tu favorito. Porque, bien mirado, aquí, los protas verdaderos, son los muertos, no los vivos.


¿Y por qué todo esto? Pues porque los pobres fantasmas sirven para activar algo llamado “el ojo del infierno” que será posible gracias a lo que persigue el chiflado de Cyrus: la máquina de Basileus, uno que vivió hace años y que estaba tan chiflado como él.

Como puedes comprobar, con toda la charla que te estoy soltando, la peli se va a columpiar de susto en susto, unos mayores y otros no tanto, para que tengas el corazoncito en un puño. Y creo que, al menos en su primer visionado, lo consigue.

Los personajes me parecen correctos. Hay unos que me caen bien y otros no tanto. Arthur me resulta algo simplón, como toda su familia pero esa es la gracia: son unas pobres personas que, desde cierto punto de vista, son unos conejillos de indias en manos de Cyrus. Este, tan malvado y retorcido, me cae mejor. Y es que los malos, no sé por qué, siempre me han molado más. Dennis es un personaje muy importante porque, sin él, la cosa sería bastante difícil de contar. Kalina, a su modo, es un buen refuerzo para todos ellos y, junto con Cyrus, es el eje de un par de sorpresitas a lo largo de la peli.

Como escenas que me gusten señalaría muchas pero tampoco quiero destriparte la peli. Los momentos iniciales en el sótano de la casita de cristal me resultan muy conseguidos porque, de verdad, son angustiosos. ¿Momentos terroríficos? Todos los de los fantasmas, en especial El Chacal o lo que le pasa al abogado al comienzo (admitámoslo, es una forma original de morir) Las escenas de la bañera de la chica del cuchillo me siguen gustando bastante y siguen resultando bastante efectivas.


Paso a los efectos. La verdad es que bastante bien pero tengo que decir que, si bien aquí los hay y la era digital ya se estaba abriendo camino, siempre me ha parecido que esta peli tiene un aire a las que se hacían a la antigua considerable, es decir, mucho maquillaje, mucha prótesis y mucha sangre artificial. El maquillaje de la chica desnuda cuchillo en mano me parece impactante, lo mismo que el de El Chacal y, en definitiva, el de todos y cada uno de los fantasmas en general. Y es que, puestos a asustar de verdad al personal, nada como los trucos de antes. Y, por supuesto, tengo que hacer referencia al modo de moverse de los monstruos, algunos de ellos resultan rápidos (el tipo de los clavos) y otros, espectrales, como si fueran a cámara rápida pero lenta a la vez. Vamos que, en cuestión de impactar, creo que lo hicieron de manera bastante notable.

Los actores me parecen correctitos ya que esta peli, admitámoslo, no es de mucha actuación. Tony Shalhoud es un padre de familia bastante creíble. Matthew Lillard  se maneja bastante bien como Dennis, aunque yo le veo y me acuerdo de él en Scooby Doo. F. Murray Abraham destila maldad en cada una de sus escenas que, no son muchas, pero están muy bien. Embeth Davidtz es una buena Kalina haciendo de salvadora de fantasmas. Shannon Elizabeth, Alec Roberts o Rah Digga como Kathy, Bobby y Maggie son los más simples pero es que la su función en la peli no da para más.

En cuanto a las cosas que puede que considere algo mejorables solo tengo que mencionar dos. La primera, no entiendo por qué Cyrus aún está manchado de sangre al final si ya ha pasado tiempo (esto lo entenderás si ves la peli pero es que no quiero destripar mucho) La segunda, que no me pega que Kathy, tan crecidita y maja, sea la hermana del retaco de Bobby. Más bien, parecería su niñera. Nada; detallitos…

Pues no más, pero tampoco menos. Debo reconocer que esta película me gusta. La primera vez que la vi me asustó bastante y estuve toda la proyección con el corazón en un puño, sobre todo, gracias a El Chacal. Luego, lo reconozco, a fuerza de verla un montón de veces, la cosa pierde su fuerza original pero eso me parece de lo más normal. Con todo, creo que merece verse y me sigue gustando como ejemplo de peli de terror actual porque, por encima de todo, entretiene durante todos y cada uno de los, más o menos, noventa minutos que dura.

Por cierto, debo destacar que la versión que yo tengo es la del Dvd que salió en la época y, cosa curiosa, viene con unos extras más que recomendables: nada menos que la voz en off de Cyrus explicándote la historia de TODOS Y CADA UNO de los trece fantasmas, de dónde vinieron, cómo murieron y por qué los escogió para su proyecto macabro. Vamos, muy acertado.

Os dejo el tráiler. No me diréis que no dan ganas de verla:






Vigilad el cielo.



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