
El Vengador Tóxico.
(The Toxic Avenger)
(1984)
Director: Michael Herz, Lloyd Kaufman.
Guión: Lloyd Kaufman, Joe Ritter.
Mitch Cohen.
Jennifer Babtist.
Cindy Manion.
Robert Prichard.
Gary Schneider.
Pat Ryan.
Melvin, un encargado de limpieza de un gimnasio, se convierte en el Vengador Tóxico debido a las bromas de unos cuantos...
¡Hola!
Hoy os traigo una peli que, como poco, ha hecho que viva una experiencia alucinante durante su visionado. Lo admito, había oído hablar de ella pero, por unas o por otras, no la he visto hasta ahora. Sí, la imagen que tenía de la peliculita era que debía de ser una perogrullada mental de proporciones considerables, algo típico de los maravillosos años ochenta.
Me equivocaba.
Lo de "perogrullada" y "considerables" son términos que no le hacen justicia. De hecho, se quedan rematadamente cortos.
Me equivocaba.
Lo de "perogrullada" y "considerables" son términos que no le hacen justicia. De hecho, se quedan rematadamente cortos.
Muy bien, allá voy. Lo que vais a leer no es producto de la más mínima exageración. Es más, casi con toda probabilidad, es posible que, a veces, las palabras fallen y me quede corto. El que avisa no es traidor.
La peli empieza ochentera total con sintetizadores de fondo. Vemos cómo, en un gimnasio, la gente hace ejercicio. Y hay de todo y para todos: gays (de los que se burlan sin piedad), tipos forzudos y, sobre todo, tías buenas y macizas. Curioso, los títulos de crédito, en su mayoría, se insertan en la delantera de las más potentes. Y ellos, como debe ser, peludos a más no poder. El espíritu de los ochenta es poderoso y velludo. Por cierto, el gimnasio es el sueño de todo deportista: hay máquinas, kárate, sauna, aeróbic, piscina... de todo en un mismo sitio. Y, mientras los títulos de crédito avanzan, vemos pechos y traseros femeninos al son de la música. Por supuesto, haciendo gala de lo políticamente incorrecto de la época, los gordos y gordas resultan repulsivos y risibles. No creo que por mala idea; era cosa de aquellos maravillosos años y esto se veía como algo normal.
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Melvin. |
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Melvin contraataca. |
Y aquí va el vídeo. Atentos:

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Al besar, confunde a una cabra con esta rubia. |
Aquí hay que hacer una paradita porque la salud mental del espectador puede resentirse, como si te hubieran sometido a dos meses de clases intensivas en tiempos de la LOGSE. Y es que, si te gustan las pelis de superhéroes, sabrás que en todas hay un momento fundamental: el de la transición de humano vulgar a tipo con poderes. Melvin, de tóxicos hasta la médula, lo hace al darse un baño en la bañera mientras su madre, que lo oye todo, da gracias porque los gritos de su hijo indican que ya no es un adolescente. Ahí queda eso.
A partir de aquí, Melvin, convertido en superhéroe, decide utilizar sus poderes y su fealdad para ayudar a la gente. Para demostrarlo, ahí tenemos la escena en la que Cara de puro (es un malo) y dos idiotas más (de nuevo, se burlan de los gays sin piedad ni venir a cuento) tratan de pegar a un policía. Y, sí, todos gesticulan con las bocas y los ojos muy abiertos en un montón de primeros planos. Por cierto, en esta escena, brutal y violenta como ella sola, el poli cree que el Vengador Tóxico es el hijo de un vecino que vuelve del cole. Mientras, el prota, mete a Cara de puro en un tubo metálico a base de puñetazos en las partes nobles. Y lo hace.
La absurdez del argumento sigue su marcha cuando el Vengador va a ver a su madre y la provoca un infarto. ¿Qué se puede hacer? Batman tiene la Batcueva, Superman la Fortaleza de la soledad. El Vengador lo tiene fácil: se va a un vertedero de residuos a vivir, donde se pone la mesa con tenedores y cuelga una foto que dice "Mami"
La peli, que continúa a pesar de nuestra salud mental, se permite el lujo de detenerse en mostrarnos cómo el Vengador y Sara se lo pasan pipa intimando, haciéndose carantoñas y, por supuesto, copulando (quién sabe si de manera tóxica o no) como leones. Y aquí me detengo en la siguiente reflexión que me ha venido a la mente y que denota lo mal que puedo llegar a estar: en una escena posterior, el Vengador mea en plena calle y lo que sale por ahí es ácido corrosivo y verde. ¿Entiendo que, para otros menesteres, sale del susodicho órgano algo más mundano y menos peligroso? Porque, de lo contrario, pobre Sarah. Ejem... Un detallito: cuando el Vengador se pone calentorro, su entrepierna expulsa humo. Solo para que lo imaginéis.
Después de cumplir, un cigarrito es lo mejor... |
Si algo tiene el guión de la peli, es que no cae en las repeticiones. Es decir, cada momento es más absurdo que el anterior y eso se nota. Por eso, sabemos que el alcalde, que es gordo y seboso al estilo Jabba the Hutt (come mientras le masajean), anda metido en asuntos de droga. Nada, el Vengador, que debe tener poderes Jedi, entra en el gimnasio y se carga al hombre del alcalde con una de las máquinas. ¿Como ha entrado sin ser visto? Qué más da. ¿Cómo ha sabido el tema de las drogas? Ni importa, el caso el matar. Y tan bueno es el prota, que en la siguiente escena, cuando Wanda está magreándose a sí misma toda sexual, la sienta sobre las brasas de la sauna por aquello de matar. No se llama Vengador de casualidad, ¿no? La cuestión es que si te preguntas qué hacia Wanda en el gimnasio de noche, cómo ha entrado, de nuevo, el Vengador o cómo sabía este que ella estaba allí corres el riesgo de descubrir, de manera espontánea, que el guión es una porquería. Consejo: no lo hagas y disfruta de la peli, que para eso está.
No iba de broma. |
Pero la aventura continúa y, la venganza, también. Después de una persecución que denota el increíble entramado de pasillos que supone el gimnasio, le toca el turno a Julie. ¿Queréis ver una mujer berreando muy mal al borde de la muerte? Pues esperad a esta escena. De veras que dan ganas de matarla. Tranquilos, de Slug y Bozo también se ocupa. No perdáis de vista las caras de los dos colegas gritando durante la carrerita del coche. Sí os confieso una cosa: esta escena se me ha hecho muy larga. Todo sea por una buena venganza tóxica...
La capacidad del argumento para seguir sorprendiendo al espectador es como lo de la Sábana Santa: un misterio que te absorbe. Por eso, después de hacer mucho el bien, el Vengador cae en el lado oscuro y mata a una vieja metiéndola en una lavadora. Así, sin más. ¿Por qué? Chico, yo no lo sé porque es una escena que viene de golpe pero, para que os hagáis una idea, es por algo así como que está un pelín descontrolado. Y, la verdad, es una razón poderosa. Repito: entra en una lavandería y, con total crueldad, se carga a una anciana. Ver para creer...
La acción continúa porque, como se puede esperar, después de lo de la anciana, el Vengador es declarado peligroso y, por supuesto, hay que matarle. Todo esto, con mucho sintetizador de fondo. Ojo con posibles dolores de cabeza. La poli le localiza cerca de una granja mientras se lo pasa pipa con Sarah que está en bikini no sé por qué. Aquí podréis comprobar que los actores que escogieron para policías son los menos indicados, ya que no pegan ni con cola. Supongo que el tema casting es algo que tratar a parte.
Llegamos al momento final, es decir, el ejército y la policía acorralan a Melvin y Sarah que, por cierto, duermen a pierna suelta en la tienda y no se enteran. Y es entonces cuando acudimos al momento cumbre. Y es que el Vengador ha salvado a mucha gente que no duda en ponerse antes las armas para evitar que le maten. Añadid un toque gore cuando saca las entrañas del alcalde y listos. Final no. Finalazo. Y, por supuesto, todos a aplaudir cuando Sarah y el prota se dan un abrazo. Si no sueltas la lagrimita con este momento, es que no eres humano. O eso o estás tóxico.
¿Y qué pasa con los actores? Pues os puedo decir que están a la altura de la peli. Basta con que miréis las fotos que os he puesto un poco más arriba para haceros una idea de cómo lo hacen. Todos estridentes. Todos exagerados. Y todos sobreactuados a más no poder. Las caras de Mark Torgl haciendo de Melvin no tienen precio y, tan solo con verle, te ríes, como en ese momento en que pega su cara al cristal y se le deforma la nariz. Jennifer Babtist y Cindy Manion, esto es, Wanda y Julie, hacen poco pero ponen cuerpo y delantera y eso ya es mucho (en esta peli, claro) Robert Prichard como Slug es, quizás, el que menos caras pone pero con esa cinta del pelo que luce (de nuevo, los años ochenta) queda como queda. Pero, sin duda, el más desfasado, el más estridente, es Gary Schneider haciendo de Bozo. Los primeros planos del tipo no tienen precio y, de tan malo que se supone debe ser, resulta el más cómico (por no decir ridículo)
¿Y los efectos? Ochenteros. Pero ochentenos cutres. Está claro que el Vengador es otro actor diferente a Mark Torgl (no podía de ser de otra forma) ya que el tipo está cachas y es alto. Y gesticula como un orangután ante la cámara sin pudor. La máscara se le nota a la legua, lo m mismo que el ojo postizo. Y toda la casquería, vísceras y derivados ahí quedan.
¿Y qué pasa con los actores? Pues os puedo decir que están a la altura de la peli. Basta con que miréis las fotos que os he puesto un poco más arriba para haceros una idea de cómo lo hacen. Todos estridentes. Todos exagerados. Y todos sobreactuados a más no poder. Las caras de Mark Torgl haciendo de Melvin no tienen precio y, tan solo con verle, te ríes, como en ese momento en que pega su cara al cristal y se le deforma la nariz. Jennifer Babtist y Cindy Manion, esto es, Wanda y Julie, hacen poco pero ponen cuerpo y delantera y eso ya es mucho (en esta peli, claro) Robert Prichard como Slug es, quizás, el que menos caras pone pero con esa cinta del pelo que luce (de nuevo, los años ochenta) queda como queda. Pero, sin duda, el más desfasado, el más estridente, es Gary Schneider haciendo de Bozo. Los primeros planos del tipo no tienen precio y, de tan malo que se supone debe ser, resulta el más cómico (por no decir ridículo)
¿Y los efectos? Ochenteros. Pero ochentenos cutres. Está claro que el Vengador es otro actor diferente a Mark Torgl (no podía de ser de otra forma) ya que el tipo está cachas y es alto. Y gesticula como un orangután ante la cámara sin pudor. La máscara se le nota a la legua, lo m mismo que el ojo postizo. Y toda la casquería, vísceras y derivados ahí quedan.
¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Lo vuelvo a decir: esto solo son meras palabras, ya que esta peli hay que verla y comprobaréis que todo lo dicho aquí se multiplica de manera exponencial. En otras palabras, es cutre como ella sola pero, también, tiene una chispa rara que hace que, durante todo el metraje, no apartes la vista de la pantalla. Se puede decir que es mala con avaricia, interpretada de peor forma aún y con situaciones ridículas y peor resueltas. Pero con gracia. No sé si el tono de cachondeo fue adrede o les salió así, tipo Plan 9 del espacio exterior pero, os lo garantizo, servidor se lo ha pasado pipa viéndola. Es una de esas pelis tan malas que hay que verlas para poder decir "¡Yo la he visto!" Si os animáis, estoy seguro que no os va a dejar indiferentes.
Un detalle de última hora: a Batman le llaman El cruzado de la capa; a Superman, El hombre de acero. Al Vengador Tóxico se le conoce como El Justiciero de la fregona porque, cuando mata, pone una fregona en la cara de la pobre víctima. Ole...
Como apunte final: se rumorea que están preparando un remake... con Arnold Schwarzenegger a la cabeza. No penséis. Sentid.
Vigilad el cielo.
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