El abominable hombre de las nieves

El abominable hombre de las nieves.

The Abominable Snowman.
1957

Director: Val Guest.

Guión: Nigel Kneale.

Peter Cushing.

Forrest Tucker.

Maureen Connell.

Arnold Marlé.

Una expedición de científicos va al Himalaya a descubrir de una vez por todas al Yeti...

¡Hola a todos!

Os os traigo una peliculita clásica de los años cincuenta y que tiene el sello indiscutible de la productora de cintas fantasiosas de la época por excelencia, la Hammer. A la cabeza del reparto, uno de los habituales, Peter Cushing. Muy bien, esto es lo que os puedo decir.

La película va directa al grano sin esperas que aburran al personal. Después de presentar a los personajes de manera bastante efectiva, es decir, unos científicos que estudian plantas en pleno Himalaya, conocemos las verdaderas intenciones de uno de ellos, esto es, Rollason: irse de expedición en busca de una obsesión pequeñita que le tiene un pelín consumido, léase encontrar al Yeti.

Desde este momento, el grueso de la trama se va a centrar en la propia expedición en sí en busca del misterioso animal. Por tanto, tengo que decir que esta película se engloba más dentro del género de la aventura que de la fantasía o ciencia ficción propiamente dicha que uno espera nada más leer el título. Por eso, y el que avisa no es traidor, prepárate para disfrutar de las andanzas del grupito expedicionario y olvídate de ver fantasías descabelladas porque, de lo contrario, puede que te lleves una sorpresa con la peli. No obstante, no creas que todo es tan simple porque, por supuesto, aquí hay seres extraños y peludos que mantendrán la atención del espectador, lo mismo que aullidos en la lejanía que mosquean y enloquecen al personal que da gusto.

Porque, y esto es lo importante y lo que, casi con toda seguridad, llama la atención de la cinta (para bien o para mal), es que te vas a hinchar a oír diálogos. Por eso, los primeros cincuenta minutos (ten en cuenta que la peli dura unos noventa) es todo hablar, mucho patear la montaña y mucha teoría acerca de lo que se supone que van a buscar o encontrar. Con esto os quiero decir que no esperes una fantasía desbordada, monstruos variados o sangre que salpique en mayor o menor medida. Es una peli muy cuidada en sus diálogos que ni busca ni quiere sorprender al espectador con otros golpes de efecto. Por ello mismo, prepárate a ver problemas a la hora de llevar a cabo la escalada, buscar refugios en mitad de la nieve o ver cómo en el grupo de turno sus miembros se acaban hartando unos de otros y discuten a la más mínima. Lo dicho; aventura pura y dura.

Pero una de las cosas que más me gusta es el toque tan deliciosamente científico que impregna a la trama y que es tan ingenuo como encantador y efectivo. Me refiero, claro, a la explicación que el guión da de los Yeti: hubo una evolución paralela: simios, hombres y antropiodes X. Estos fueron excluidos por los dos primeros se refugiaron en las montañas.  Y esta explicación la da Rollason mientras come tan tranquilo. Y, aquí paz y, después, gloria.

El toque fantástico es otro aspecto a tener en cuenta. Aquí, como he mencionado, todo está muy medido y tuvieron el buen juicio de no ponerse a mostrar monstruos rugiendo y devorando al personal. Las cosas, en cambio, se dejan ver un poquito y, el resto, lo dejan a la imaginación del espectador. Por ejemplo, cuando, al fin, ven al bicho en cuestión, solo podemos entrever un brazo peludo. Nunca salen como tal y, cuando les vemos bien, es en ese plano final. Además, la fantasía va más por el lado mental y telepático ya ue, como se dice, "El peligro esta en nuestro interior", hay bondad en loa cara del ser por muy peludo y feo que sea, por lo que no es un simple animal y, a lo mejor, ven al hombre como su enemigo y por eso se esconden. A mí, desde luego, me parece un planteamiento muy original que, en manos de otros, quizás se hubieran dejado llevar por el lado fácil, es decir, gruñidos, muertes y demás virguerías.  

Y, por último, a destacar la ambientación y decorados. Está claro que, en determinadas tomas, sobre todo las de lejos, vemos a los personajes en un paisaje nevado de verdad pero, en otras, la nieve y el cartón piedra están ahí pero muy bien puestos. Hay que tener en cuenta la época y que, por aquel entonces, no había pantallas azules. Ni falta que hacían.

Los personajes son claros y transparentes desde el principio. Está claro que Rollason es el científico académico, idealista y aventurero por excelencia que busca el saber antes que el orgullo personal, todo lo contrario de su compañero de expedición Tom Friend. El Lama resulta misterioso y una curiosa mezcla entre Yoda y el Amo del Calabozo.

Paso a los actores. Muy bien y correctos. Peter Cushing, como siempre, destila realismo y muestra ese encanto para, de veras, parecer un científico. Forrest Tucker queda también muy bien como el avaricioso Friend. Hay más pero, sin duda, estos son los principales.

Y hasta aquí escribo. La verdad, ha sido toda una sorpresa y, sin duda, creo que es una peli que hay que ver y redescubrir. Eso sí, a costa de repetirme creo que viene bien esta advertencia: es una peli de aventuras donde se habla mucho y los monstruos, más o menos, brillan por su ausencia. Si buscas otra cosa, mejor dale un vistazo a otra peli. A mí, desde luego, me ha gustado y entretenido a partes iguales y eso es más que suficiente.

Vigilad el cielo.